Este año, con la intención de extinguir la mendicidad, se ha creado la Asociación Valenciana de Caridad.
Ha sido impulsada por el alcalde José Sanchis Bergón, y secundada por todos los valencianos, quienes han aportado 39.000 pesetas. El Ayuntamiento ha dado una subvención de 5.000 pesetas.
Su objetivo es dar socorro y protección a los pobres de solemnidad, los enfermos, los ancianos y los que no pueden trabajar por defecto físico.
Se ocupa de las mujeres desvalidas con asilos y casas de recogimiento. Halla perentoriamente amparo la mujer caída que aspira a redimirse.
La ayuda se concede sólo a los hijos de Valencia o a quienes residan más de dos años en la ciudad. Las Juntas de distrito han abierto una suscripción entre los vecinos, con una cuota mensual de un mínimo de cincuenta céntimos.
El almuerzo está compuesto por media libra de pan y un frito. La comida consiste en un plato de arroz, hecho con caldo de cocido y pan. Otro instituto benéfico ha nacido. Las religiosas de Nuestra Señora de los Desamparados, en la calle de Cuarte, han emprendido las obras de un asilo para niños pobres y desvalidos. Para ello, han organizado una tómbola en la Glorieta, con la que han recaudado fondos gracias a la colaboración de todos los valencianos.