La guerra que se mantiene en Europa ha provocado el cierre de fábricas en Valencia. Las autoridades han instalado comedores para obreros en la Asociación Valenciana de Caridad y en el Puerto. La Junta de Subsistencias intenta rebajar los precios de los artículos considerados de primera necesidad.
A principio de año, el precio de la naranja en los mercados extranjeros era muy bajo. Se han cerrado muchos almacenes de confección y ha disminuido el embarque de cajas en nuestro puerto. Además, las bajas temperaturas han helado la fruta, mientras que un huracán asolaba el 70% de la cosecha. La Cámara de Comercio exigía medidas favorables a la exportación. El diputado Montesinos Checa conseguía la tarifa mínima para el transporte de la fruta, lo que consolidaba los mercados internacionales.
Checa ha propuesto la industrialización de la naranja para extraer ácido cítrico y esencias, así como su aplicación al abono de las tierras. Se retomaba la exportación en octubre. Las casas inglesas habían anticipado fondos a sus corredores y los almacenes han podido abrir. A final de año, faltan barcos y la fruta se acumula en los muelles. Los fletes se han elevado a cuatro chelines la caja. Tampoco hay vagones en la frontera francesa para transportar la fruta a este país.