Siete días ha durado la primera huelga general revolucionaria de España, que comenzaba el 13 de agosto. El resultado ha sido de 71 muertos, 150 heridos y cerca de 2.000 detenidos. El ejército ha reprimido duramente el levantamiento y sólo en Asturias se ha prolongado hasta el 17 de septiembre.
El detonante ha tenido su origen en Valencia. La Compañía del Norte se negaba a readmitir a la treintena de obreros despedidos por el paro del 19 de julio. La Federación Nacional Ferroviaria ha proclamado la huelga, y CNT y UGT la han secundado. Se pedía un Gobierno provisional que asumiera los poderes ejecutivo y moderador, que preparara elecciones sinceras y que formara Cortes Constituyentes.
El paro era total en Valencia, Madrid, Barcelona, Vizcaya, Asturias, Zaragoza, La Coruña y las cuencas mineras, pero los obreros agrícolas quedaban al margen. El día 14 el comité de huelga era detenido y encarcelado en prisiones militares. Entre ellos, el socialista valenciano Anguiano, Largo Caballero y Besteiro. El comité suplente ha sido incapaz de coordinar las acciones más pacíficas de la UGT, y la CNT, con una visión revolucionaria.