Dos marinos del pailebot Llovet Hermanos, cargado con bidones de gasolina, murieron al arder la nave en el puerto. Esta había sido construída en 1918 en el Cabañal y quedó destruida sin estar asegurada.
Corta y azarosa ha sido la vida del vapor Escalante, construído para Nácher en Castellón. Tras botarse en 1919, quedó embarrancado en la playa siete meses. Reparado, partió hacia Barcelona. El fuego comenzó en los motores y ardió el casco de madera. Pesaba 700 toneladas y el valor 750.000 pesetas.