Transmediterránea ha decidido emplazar sus astilleros en la playa de Caro. Pero las obras van lentas. Las naves están listas y la maquinaria instalada. No se sabe cuando se arbolará la primera quilla.
En lugar del trasatlántico de 12.000 toneladas que la naviera pensaba construir, se han hecho los planos de un vapor de carga con alojamiento para emigrantes, que realizará el servicio trasatlántico.
El ingeniero Manuel Maese ha proyectado la habilitación de un muelle de atraque en un trozo del de Levante, en la antidársena, con 520 metros de longitud. Maese ultima el de los diques exteriores.