En septiembre empezaron las obras para la reforma del antiguo paseo de la Glorieta, desapareciendo su verja. En noviembre, la opinión pública continuaba muy perpleja por la urbanización de la Glorieta, muy confusa. La razón era que el Ayuntamiento no tenía trazado, desde el primer momeno, un proyecto definitivo de la misma. Por último, el 3 de diciembre los periódicos publicaron el plan definitivo de la urbanización de dicho paseo.
Por otra parte, este año ha desaparecido a cúpula de San Pío V. En junio fue derribada por disposición de la autoridad militar, porque amenazaba ruina. Así, la piqueta del Ejército ha hecho añicos una esbelta cúpula, una de esas medias naranjas de vidriada teja azul, industria de la vieja Manises.
Al margen de amenazar ruina, su desaparición deja espacio para ensanchar el Hospital militar. La silueta más característica de la orilla del río, cuyas cuatro torres de alcázar valenciano remarcaban la celeste cúpula del colegio fundado por el culto arzobispo Juan de Rocaberti, se ha desvanecido.