La escasez de abonos retrajo a algunos arroceros, que, en junio, lo sustituyeron por el cultivo del boniato. Se plantaron 2.500 hectáreas de menos, por lo que se dio orden de que la tierra de los plantales se dedicaran al arroz, supliendo con esto la pérdida experimentada. La preocupación de los agricultores por la falta de abonos químicos era importante.
Trigo por harina
Este mes también se procedió a la completa recolección del trigo. Además, ante la escasez de harina, muchos labradores se agenciaron trozos de tierra y cultivaron trigo para atender las necesidades del hogar. Antes, en mayo, el racionamiento hizo esperar con gran ansiedad la cosecha de la patata tempranera. Después de varios tipos, el precio se fijó definitivamente en 90 céntimos el kilo, es decir, 25 más que en la última cosecha.