La festividad de la Virgen de los Desamparados, el segundo domingo de mayo, tuvo el aliciente de la reposición de la corona en la imagen de la Patrona. Mutilada durante la guerra, la nueva joya, de oro y pedrería y costeada por los valencianos, fue realizada por los orfebres Sugrañes, hijos del que hizo la primera. El acto se desarrolló en la plaza de la Virgen, ante un altar de flor natural, en la fachada de la Capilla y ante miles de valencianos. Colocó la corona el arzobispo Melo y a continuación hubo Misa y se cantó el Himno. La imagen fue llevada a su Capilla, y en la procesión de la tarde figuró la imagen que se venera en la Fábrica de Tabacos. En la fabricación de la corona se utilizaron más de dos kilos de oro y 2.670 piedras de 250 quilates.
Por otra parte, en febrero terminaron los trabajos de restauración de la bóveda de la Capilla de la Virgen, realizados por el químico Fernando Soria. El resultado fue muy bueno, ya que las sustancias utilizadas hicieron desaparecer toda la capa de humo que cubría los frescos de Palomino, y que ya se consideraban perdidos. También, se ha tratado la construcción de un nuevo templo para la Patrona, según el proyecto del arquitecto diocesano Traver.
El Ayuntamiento aprobó un proyecto de urbanización parcial de las fincas y calles afectadas. Hechas las expropiaciones, el consistorio cederá el solar a la Junta constructora que abonará el importe, pero sin percibir el valor de la calle de la Leña, ni el de las parcelas necesarias para levantar el templo.
La Corona
Cuenta con 17 esmeraldas, 1.270 brillantes, 529 perlas, 805 diamantes rosa, 5 amatistas, 2 zafiros, 24 rubíes, 2 aguas marinas y varios esmaltes.