En junio causó cierto temor en Valencia la aparición de algunos casos aislados de tifus, y de una epidemia vulgarmente bautizada con el nombre del piojo verde. Para tranquilizar a los valencianos y que no cundiera la alarma vino el Director General de Sanidad y se pensó en la necesidad de instalar un hospital para dicha epidemia, que tendía a propagarse.
De este modo, el Ayuntamiento ha aprobado un presupuesto extraordinario para la construcción de un nuevo Hospital de Infecciosos. El presupuesto extraordinario es de 5.477.500 pesetas. Las obras ya han comenzado y se aceleran ante la necesidad crucial de este hospital.
Por otra parte, Valencia envió un gran número de camiones con víveres con destino a Santander, que sufrió un terrible incendio el 16 de febrero, que fue avivado por un fuerte huracán. El siniestro se inició en la Catedral de Santander, a causa de un cortocircuito, y se extendió rápidamente. Afortunadamente no hubo muertos, pero sí un cenetnar de heridos. Además, una tercera parte de la ciudad quedó destruída y tres mil personas perdieron sus hogares.