Miguel Hernández:
El poeta de Orihuela murió el 28 de marzo en la celda número 100 de la cárcel de Alicante, que compartía con otros siete reclusos. El parte de su muerte, firmado por el doctor Barbero, indica fimia pulmonar. Hernández fue detenido apenas concluída la guerra, y condenado a muerte, pena que después fue conmutada por 30 años de reclusión. Podría haber salido del país gracias a la ayuda de su amigo Pablo Neruda, entonces cónsul de Chile en España, pero prefirió reunirse con su mujer y su hijo en su pueblo, Orihuela, donde fue detenido.
En su celda de Alicante, donde ya llegó muy enfermo, escribió la mayor parte de Cancionero y romancero de ausencias. En el nicho número 1009 del cementerio de Nuestra Señora del Remedio reposan los restos mortales del gran poeta. Según sus compañeros de celda sus últimos versos fueron este pareado: ¡Adiós hermanos, camaradas, amigos:/despedidme del sol y de los trigos!.