El desbordamiento del río Turia, ocurrida el 28 de septiembre, causó 41 muertos y 148 millones de pesetas según las cifras oficiales. Especialmente castigados fueron los propietarios de las cerca de 2.000 chabolas que se habían instalado en el cauce del río, ante la falta de viviendas.
Pese a la oficialidad de los datos, el rumor popular habla de una cifra muy superior de víctimas mortales.
Al margen de la capital, sufrieron importantes daños 22 pueblos de Alicante, Castellón y Valencia. Además de la riada del Turia, se salieron los barrancos de Carraixet y Catarroja. Desde Masamagrell a Catarroja y desde Bétera hasta el mar se extendió la zona invadida por las aguas.
Adiós al puente de madera
El Turia se desbordó en muchos puntos donde no había pretiles, ha derribado el puente de madera. El barrio de Nazaret estuvo aislado durante muchas horas y las calles del distrito marítimo se convirtieron en cauce, inundándose casi todas las plantas bajas. El agua alcanzó dos metros y medio.
Unos meses antes, el 16 de febrero, el Turia ya experimentó una fuerte crecida, y los vecinos del cauce tuvieron un primer aviso.
En otras zonas de la provincia, el temporal de lluvias causó importantes daños. En Oliva, destrozó cereales y patatas. Se desprendieron 50 metros de vía férrea entre Villajoyosa y Calpe.
También se rompió un muro de contención del Júcar, y se inundó la carretera entre Sollana y Sueca. En Alberique, 1.250 hanegadas de trigo fueron invadidas por las aguas, y en Carcagente se perdió toda la cosecha de naranja.
Los daños en caminos y carreteras provinciales ascendieron, en total, a más de dos millones de pesetas.