La inundación en Alboraya comenzó hacia la una de la tarde del 14 de octubre y pronto llegaría a Valencia. En medio de una fuerte e incesante tormenta se desbordaba el barranco del Carraixet por varios sitios y las aguas invadían el casco urbano y el término municipal. Estas se juntaron con las que venían por la rambla del Palmar, y más abajo, por la Malvarrosa, con el Turia. Las aguas estuvieron pasando durante siete horas consecutivas y los niveles alcanzados fueron de un mínimo de 60 centímetros a un máximo de 2’75 metros.
Tercera riada
Pero, pese a la intensidad del desastre, no se han lamentado víctimas mortales. Alboraya sabía a lo que se enfrentaba, era la tercera inundación en los últimos años, la había sufrido en septiembre de 1949 y en octubre de 1950.
Además, los alcaldes de los pueblos de aguas arriba del Carraixet (Náquera, Bétera y Moncada) dieron un oportuo aviso por teléfono. Sabiendo lo que llegaba, se dio la alarma por medio de las campanas tocando a rebato.