Desde el primer instante de la catástrofe, la Casa Sindical se ha convertido en un campamento con las puertas abiertas de las 7 de la mañana a las 11 de la noche. En sus locales se ha establecido la jefatura militar de desembarro de la ciudad. También ha sido lugar de reunión de los ministros de Agricultura y Obras Públicas con empresarios damnificados.
Los quince primeros días todos los mandos de la Organización Sindical han estado aquí aportando casi dos millones de pesetas en donativos. En un acto solidario, los Almacenistas de Chapas y Tableros, han cancelado 102 créditos retirados de la Hermandad de Obreros de la Madera.