La boda de Fabiola de Mora y Aragón, de la Casa Riera, con el joven rey Balduino de Bélgica fue muy seguida por televisión. Hubo mucho ambiente y las gentes se reunieron frente a los receptores de los escaparates de electrodomésticos para ver la ceremonia religiosa.
Aumentó la expectación el hecho de que desde febrero se capte en Valencia la Televisión Española, gracias a los repetidores instalados en Tortosa y en el monte Garbí, éste reformado tras el intento televisivo del año pasado. Además, del aeropuerto de Manises salieron por avión 40 kilos de azahar, procedente de los huertos de Algemesí, Benifairó de les Valls y Moncada, para adornar el templo de la capital belga.
La embajada de España se interesó en que el azahar sobrante se repartiera por los sagrarios de Bruselas y que un manojo fuera depositado en la tumba de Isabel Clara Eugenia de Austria, la princesa española que gobernó esos territorios.
Un florista fue expresamente en tren a la capital belga con el ramo de novia realizado expresamente para la aristócrata española y ya reina de los belgas. Además, el Gremio de Maestros Abaniqueros de Valencia ha obsequiado a Fabiola de Mora y Aragón con un magnífico abanico.