Este año dos accidentes laborales se han cobrado un total de 35 víctimas mortales. El más grave fue en agosto, cuando 31 personas murieron en la explosión de una fábrica de juguetes en la localidad alicantina de Ibi. Por otra parte, en septiembre cuatro trabajadores perdieron la vida en otra explosión, esta vez en un taller de pirotecnia de Catadau.