Las Fallas de 1968 vinieron precedidas por la Cridà, en la que, según oyeron algunos, el presidente de la Junta Central, Juan Martí Belda, llamó borregos a los falleros. La cridà comenzó de manera habitual, pero Martí Belda habló en castellano y los falleros presentes en las Torres de Serranos le pitaron reivindicando el valenciano como propio del acto. Martí Belda paró y hay quien afirma que dijo: Cuando hablan las personas, callan los borregos. Los falleros aumentaron las protestas, que se conviertieron en insultos. El alcalde, Rincón de Arellano, pensó en sustituirlo. Pero Martí Belda logró el apoyo de 165 comisiones. La cinta desapareció y no se volvió a oír. Las fiestas siguieron con Mª José Lleó GarcíaOntiveros como Fallera Mayor, y Carmen Serratosa Caturla como Fallera Mayor Infantil.