El Ayuntamiento redujo en mayo un 19 por ciento el volumen de edificación de la Dehesa y organizado la adecuada repoblación y conservación del parque del Saler. Así, la densidad de población, prevista en 46 habitantes por hectárea, ha descendido a 35.
En diciembre, las tres posturas tenían partidarios: supreasión de toda la urbanización, admisión de la reducción del Ayuntamiento y continuación de los primeros planes.
El pleno municipal acuerda la ejecución de la urbanización, pero con limitaciones: anulación de 23 torres de apartamentos, rescate de setenta hectáreas de arenal y dos kilómetros de playa y traslado de la mayor parte edificable a la zona sur, exenta de pinar. Además, en noviembre comenzó una operación de saneamiento de la Albufera. Se virtió agua limpia de las acequias y se vació en el lago hasta cierto nivel, al tiempo que se rastreaban los fondos cenagosos.
Otra contaminación, de tipo industrial, es la que sufren los vecinos del Camino Hondo del Grao. Los servicios sanitarios municipales se desplazaron a la zona para determinar si esta polución merma la salud de las personas. Se ha comentado el traslado de las plantas industriales, pero el consistorio no ha dado una respuesta firme.
Con respecto a los jardines, en abril el profesor Galvañ Escutia, en una conferencia en el Ateneo Mercantil, dijo “Valencia es la única ciudad española, que desde 1939, ha perdido zonas verdes”. Mientras, el Ayuntamiento reforma algunas de los espacios verdes. Se han practicado mejoras en 25.000 metros cuadrados: la muntanyeta de Elío, la rosaleda López Rosat, de los Viveros y el parque infantil de Fernando el Católico.
Recuperación de la Dehesa, tras la aprobación del Ayuntamiento de reducir en un diecinueve por ciento el volumen de edificación. Además ha anulado 23 torres de apartamentos y recuperado 70 hectáreas de arenal y dos kilómetros de playa.