En septiembre el tren correo Madrid-Valencia arrolló, en el paso a nivel de Chirivella, a un autobús de la línea Valencia-Torrente. Veinticinco ocupantes del autobús murieron, y las barreras no habían sido bajadas. El funeral, celebrado por el arzobispo en la plaza Obispo Benlloch, de Torrente, fue una impresionante manifestación de dolor y solidaridad. Los diputados valencianos, de todos los partidos, interpelaron al Gobierno sobre el eterno problema de los pasos a nivel en toda la región.
En junio hubo cuatro muertos y 17 heridos al chocar en Vallada el tren BarcelonaSevilla, el sevillano, con el Almería-Barcelona. En diciembre en el paso a nivel del Camino de Alboraya el trenet del Grao atropelló y mató a dos personas más.
Por otra parte, en Moraira se descubrió en septiembre un alijo de droga superior a cinco mil millones de pesetas. Por último, en febrero se cometió un atraco en la joyería Montiel, en el paseo de Ruzafa. Los ladrones se llevaron, a plena luz del día, 300 millones de pesetas en joyas.