El que era Capitán General de Valencia, Jaime Milans del Bosch, el 4 de junio fue condenado a 30 años de reclusión militar por el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Además de Milans del Bosch, entre el 19 de febrero y el 24 de mayo, se desarrollaron en Madrid los juicios contra el resto de procesados por la intentona golpista.
De ellos saldrán graves condenas para el ayudante de Milans, el coronel Ibáñez Inglés, a quien se le han impuesto cinco años de cárcel, a pesar de que el fiscal había solicitado quince.
Valencia ha tenido, un relevante papel en el curso de la lectura del apuntamiento de la causa y en los interrogatorios, dada la importancia de Valencia durante el golpe militar. Casi dos años después de aquella noche de febrero, todavía queda pendiente la revisión de las sentencias ante la Sala Segunda del Supremo, donde los condenados han apelado.
En total, se ha condenado a veinte miliares y un civil que participaron, en mayor o menor medida, en el intento de acabar con una democracia joven, pero que demostró fuerza y resistencia.