El 1 de junio un artefacto explotó en la Delegación de Hacienda. La onda expansiva causó destrozos en el edificio y en los colindantes. Fuentes oficiosas atribuyeron la autoría a Terra Lliure. Más tarde, en septiembre, un paquete explosivo estalló en las oficinas centrales de Hidroeléctrica en Valencia, provocando escasos daños.