En la madrugada del 17 de enero, tres guardias civiles del puesto de Moncada fueron encontrados muertos, acribillados a balazos, en la carretera de Burjasot a Liria, en el término de Masarrochos. La investigación se puso rápidamente en marcha y concluyó con la detención de Luis Martínez Larios, como uno de los presuntos asesinos. El otro implicado en el triple crimen, su hermano Andrés, apareció muerto.
La Guardia Civil se hallaba en dicha carretera realizando controles selectivos. La furgoneta en la que viajaban los Larios fue uno de los vehículos parados. Los dos hermanos dispararon a los tres miembros de la Benemérita, y les causaron la muerte. En el tiroteo, estos pudieron utilizar sus armas e hirieron de gravedad a Andrés.
Al día siguiente, todo el pueblo de Moncada asistió al entierro de los guardias civiles, en una auténtica y masiva manifestación de dolor. Mientras, Andrés fue encontrado muerto en su casa, supuestamente por las heridas causadas por los guardias y la falta de asistencia sanitaria. En el piso había armas, explosivos y utensilios de robo.
El día 21 Luis fue detenido por la propia Guardia Civil en una pensión clandestina junto al Puerto, regentada por uno de los Muñoz de la lanza térmica. Estaba herido, fuertemente armado y llevaba millón y medio de pesetas. Pretendía huir en barco. El 27 declaró ante el juez durante siete horas, y confesó ser autor de seis crímenes y muchos atracos. El séptimo "no lo recordaba". El primer juicio empezó en noviembre.