El aspecto más escandaloso del año en el ámbito sanitario se ha producido en Alicante. Allí, el doctor Amat Larraz, que ya había practicado sus tratamientos en Benicarló y Zaragoza, saltó a las primeras páginas de los periódicos como poseedor de una fórmula, única en el mundo, para la curación del cáncer, el Amatrisán.
El ministerio de Sanidad prohibió administrar la composición. Los pacientes defendieron la fórmula magistral y reivindicaron el derecho a ser tratados por quienes quieran. Aquellos que lo deseen podrán ser atendidos en oncología de La Fe y en el IVO.
La resolución ministerial considera: “no hay razón médico-científica fundada para creer que en su aplicación haya indicios de curación”. El doctor Amat había infringido las normas y los requisitos científicos sobre los nuevos medicamentos. Al final se demostró que lo inyectado a los enfermos era una mezcla de urea y otros elementos totalmente inofensivos e inocuos, un placebo.
Primer bebé probeta valenciano
En el Hospital Clínico fue fecundado el primer bebé probeta valenciano, que debería nacer antes de marzo de 1985. Por otra parte, en mayo, una valenciana internada en una clínica de Barcelona recibió un hígado y el transplante resultó un éxito. Mientras, 500 valencianos siguen en lista de espera para una operación a vida o muerte de corazón.