En diciembre nació el primer bebé-probeta valenciano, una niña de dos kilos seiscientos gramos. Sólo cuatro centros en España realizan la fecundación in vitro, por la que se pagan 200.000 pesetas. El Hospital Clínico de Valencia es el único centro español donde es gratuito. Además, es el único dependiente de la Universidad.
En el programa FIV del Clínico intervienen los departamentos de obstreticia y ginecología, el laboratorio de radioinmunoanálisis y anestesia. Se extrae de los ovarios el óvulo que va a ser fecundado. La operación es posible gracias a la laparoscopia, con anestesia general. La técnica más avanzada que no ha llegado a España utiliza ultrasonidos para guiar la extracción, y sólo precisa anestesia local. Antes, la paciente había sido medicada para que en lugar de un óvulo mensual, sus ovarios produjeran media docena.
Extraído uno de estos óvulos, se pondrá en contacto con los espermatozoides, en una incubadora, con temperatura, gases y medio apropiados para el cultivo. A las 20 horas se sabrá si el óvulo ha fecundado, y a las 40 comenzará su división en células. Se transfiere el embrión al útero, y si no es expulsado, el embarazo seguirá su curso.
Mientras, los ginecólogos del Peset se negaron a practicar abortos, y en agosto se realizaron en Valencia los dos primeros legales.
Por último, un joven de 30 años, homosexual y heroinómano, murió el 5 de marzo en el Hospital General, al que se le diagnosticó el Síndrome de Imnufediciencia Adquirida (SIDA). Ha sido el segundo caso, el primero falleció en 1984, era un homosexual aquejado de neumonía carinii.