El guardia civil Miguel Ángel Cornejo Ros, de 24 años, fue enterrado el 15 de julio en el cementerio de Burjasot, víctima de un atentado de ETA en Madrid. Muchos vecinos de Benicalap, donde vivía la familia, aplaudió la salida del féretro del templo de San Francisco de Asís.
En el atentado, perpretado en la plaza de la República Dominicana, murieron nueve guardias civiles y unas cincuenta personas resultaron heridas. Ninguno de los asesinados llevaba más de un año en el cuerpo e incluso cuatro habían ingresado el uno de marzo de este mismo año.
En Madrid se celebraron los funerales por las víctimas mortales, con asistencia del ministro del Interior, José Barrionuevo. Hubo algunos incidentes, pedradas y gritos contra la democracia.