El 1 de julio Ricard Pérez Casado fue elegido alcalde con los votos de los 13 concejales del PSOE, Izquierda Unida se abstuvo y el resto de formaciones se votaron a sí mismas. Pero antes de llegar a ello, hubo negociación ya que el PSOE había perdido la mayoría absoluta. Las elecciones del 10 de junio supusieron un importante cambio en el Ayuntamiento.
De 33 concejales, el PSOE logró 13, Unión Valenciana, 7 y se convertía en la primera fuerza de la oposición, superando a AP con los mismos ediles pero con menos votos. El CDS, que concurría por primera vez a las urnas, obtuvo 4 e Izquierda Unida, 2.
Las semanas posteriores vinieron marcados por las negociaciones entre UV, AP y CDS que tenían el propósito de pactar El CDS era la bisagra. En sus filas iba como número uno Manuel del Hierro, hombre del PSOE hasta pocos días antes de las elecciones y ligado a la historia del socialismo valenciano. Se intentó el pacto, pero la cúpula centrista, desde Madrid, comunicó la negativa.
A la hora de votar, el CDS fue fiel a la derecha los primeros meses, después PSOE y CDS acordaron que los centristas se hacían con dos de las cinco presidencias de las empresas municipales. Ambos partidos sumaban 17 concejales, la mayoría absoluta estaba conseguida.