Este año ha estado marcado, políticamente, por los asuntos de presunta corrupción. En Valencia se ha vivido el caso Naseiro, secretario de Finanzas del PP.
El 10 de abril el juez Luis Manglano detuvo, acusados de cohecho, a Rosendo Naseiro, al concejal del Ayuntamiento de Valencia, Salvador Palop, al director de la empresa ETRA, José Balaguer, al delegado de Dragados y Construcciones, Luis Janini, al director de Huarte, Carlos Bonet y al arquitecto municicipal de Cullera, Luis Latorre. Manglano también dictó orden de detención del diputado Ángel Sanchis Perales.
Pocos días después, y tras declarar ante el juez, Naseiro, Palop y el resto salieron en libertad provisional sin fianza. El proceso contra el PP salió al tiempo que el caso Juan Guerra, hermano de Alfonso Guerra, que implicó a nueve empresas valencianas.
Sanchis Perales estaba en Argentina y volvió a España. En el fondo, la financiación del PP, y en concreto el cobro de una comisión del 2% en la concesión de obras públicas. Sirvió para poder pinchar los teléfonos del concejal Palop. Días después, Naseiro y Palop presentaron la dimisión. Sanchis Perales comprobó cómo el Supremo pedía permiso al Congreso para investigarle.