En enero comenzó la campaña turística Mediterrània, lanzada desde la Conselleria de Industria, Comercio y Turismo por Andrés García Reche.
A final de año, en la habitual comparecencia de altos cargos para explicar a los diputados los presupuestos, la directora del Instituto Turístico Valenciano anunció 800 millones de pesetas para la promoción de Mediterrània.
La oposición apostaba por la marca Comunidad Valenciana, y fortalecía Costa Blanca o Costa del Azahar en vez de desdibujar más la región, apartada de los fastos del año. Los técnicos de la Conselleria aconsejaron Mediterránia por razones sociológicas.