El 19 de agosto 45 personas murieron al volcar un autobús en la A-7, en Torreblanca. El vehículo, de la empresa catalana Busexprés, partió de Barcelona a Sevilla, y fue multado dos horas antes del accidente.
Según el informe de la Guardia Civil “volcó debido a la excesiva velocidad con la que tomó la curva”. La compañía no podía efectuar recorridos de más de 100 kilómetros, el autobús no había pasado las revisiones técnicas, y el conductor, sin Seguridad Social y con diabetes, condujo bajo los efectos de un medicamento.
Por otra parte, tres niñas de Alcácer desaparecieron el 13 de noviembre. Son Desirée Hernández y Miriam García, de 14 años, y Toñi Gómez, de 15. Dos días después, Fernando Castilla, de 27 años, miembro de Protección Civil de Torrent, murió en las tareas de búsqueda de las niñas. Al acabar el año su paradero es una incógnita.