El Ayuntamiento de Morella derribó, contraviniendo dos informes de la Dirección General de Patrimonio, parte de la muralla de la ciudad. Después, restauró este monumento nacional y varias torres.
Varios metros de muralla fueron derribados ilegalmente para escalonar su silueta y armonizarla con la de la escalera que desciende a la plaza de Colón.
Además, para el nuevo trazado de la carretera nacional, se destruyó medio kilómetro del acueducto gótico. Este tramo, entre la Fuente de Vinachós y l’Aljup formaba, junto con los dos acueductos elevados, el antiguo sistema de canalización que llevaba el agua a los morellanos.