El Tren Botijo el corto de Silla a Valencia, en el mes de julio de 1902, se celebraba en Valencia la "Feria", y los organizadores para traer gente a Valencia, organizaban los clásicos trenes "botijos", que nunca se habían formado en época de Feria. Eran trenes con sus máquinas y sus coches adornados por el ingenio y el buen gusto de los artistas valencianos, y de esos trenes, fue el corto de Silla a Valencia, ocupaban un vagón de tercera hábilmente transformado en alquería de la huerta valenciana, los notables artistas el escultor Ricardo Causarás, y los pintores Antonio Fillol, Peris Brell, Verde y Llácer, iban a ambos lados del coche grandes cabezas de labradores, primorosamente pintadas, adornaban las ventanillas, y en uno de sus rincones ocupaba su correspondiente asiento un labrador, con tanta perfección modelado, que a todos les pareció en un principio un ser de carne y hueso, encargado de obsequiar a los recién llegados con los sabrosos frutos de esta tierra. Con la mano izquierda sujetaba un programa de la Feria, y con la derecha un cesto de higos.